¿QUÉ SUCEDE CUANDO ENVEJECEMOS?

El cuerpo humano tiene una tasa de envejecimiento clara y, con los años, es natural que haya cambios significativos en la forma física de cada uno. La forma en la que el cuerpo humano envejece, depende en parte de los lazos genéticos que unen a la familia, sin embargo no depende exclusivamente de estos detalles.

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Los hábitos de vida, como el ejercicio y la alimentación, tienen un fuerte impacto en la forma en que el cuerpo envejece. Un estilo de vida saludable puede reducir muchos de los efectos del envejecimiento y esta es una opción que se revela las opciones que cada persona toma.

LOS INDICADORES DE ENVEJECIMIENTO: Existen varios indicios de que el cuerpo humano está envejeciendo y, como tal, es esencial conocerlos y tomar ventaja de ellos. Los indicadores de envejecimiento más notables son los siguientes:

LA PIEL: Con la edad, la piel se vuelve menos elástica y naturalmente surgen más líneas y arrugas en la superficie cutánea. Las glándulas de la piel cada vez producen menos grasa, lo que hace que la piel se mantenga seca y deteriorada. Para evitar que esto suceda y para retardar el envejecimiento de la piel, se deben utilizar cremas hidratantes y protector solar para proteger tu piel de los rayos ultravioletas. También es aconsejable usar un sombrero o una gorra para estar más protegidos contra los efectos nocivos del sol.

EL CABELLO: El pelo o la falta de este, es un indicador adelantado del envejecimiento humano. Los problemas capilares pueden ser causados por varias razones; como el estrés del día tras día, los pobres hábitos alimenticios, la depresión; e incluso, el exceso de grasa en el cabello por encima de los niveles normales; pueden deteriorar la estructura de este, y también provocar la calvicie.

LA ALTURA: Cuando una persona llega a los 80 años de edad, es común que pierda alrededor de 2 cm de su altura total. Este cambio se debe a los cambios existentes en la postura normal y la compresión de las articulaciones principales, tales como los huesos de la columna vertebral y los discos espinales.

LA AUDICIÓN: La audición es una de las más afectadas por el envejecimiento de los sentidos. Los sordera comienza a partir de los 40 años de edad y aumenta exponencialmente desde los 60 años. Los sonidos se vuelven más difíciles de escucharse, y se vuelven menos perceptibles. Una de las mejores soluciones para esto, podría ser el uso de audífonos.

LA VISIÓN: La mayoría de las personas que tienen más de 40 años de edad; desarrollan la necesidad de usar gafas. Con el tiempo, es normal que la visión se desgaste y los ojos se cansen más. Para evitar la pérdida de la eficacia de tu visión, debes utilizar gafas que contengan el grado más adecuado para tus ojos.

LOS HUESOS: Durante la edad adulta, los huesos pierden gradualmente su contenido de minerales y tienen menos fuerza, resistencia y densidad. Cuando llegan a la menopausia, las mujeres aumentan la pérdida de densidad ósea, y por lo tanto pueden padecer de osteoporosis. Para prevenir esto es fundamental hacer ejercicio, reducir el consumo de café, y evitar el cigarrillo.

LOS PULMONES: Con la ausencia de actividad física, los pulmones proporcionan menos oxígeno al cuerpo, en el momento de realizar sus funciones más básicas y es muy perjudicial para la salud humana. Para mantener tus pulmones sanos, es necesario mantener una actividad física regular.

RIÑONES: Los riñones tienden a disminuir su tamaño y sus funciones cuando el cuerpo comienza a envejecer. Ellos no purifican los residuos de la misma manera. Por lo tanto, es importante beber abundante agua y eliminar la ingesta de cualquier tipo de toxinas alcohólicas y medicamentos innecesarios.

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