¿DETESTAS ALGÚN COMPAÑERO DE TRABAJO? NO ERES EL ÚNICO, ACÁ TE DECIMOS COMO LIDIAR CON ELLOS
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En general, tú disfrutas tu empleo. Te gusta tu trabajo y
los proyectos son interesantes. Pero cuando piensas en cierto compañero de
trabajo, sientes un nudo en el estómago y de repente sientes la necesidad de
gritar. Tranquilo, no estás solo, y quizás esta no sea ni la primera ni la
última vez que experimentes dicha sensación. Si te encuentras en una situación
en la que estás trabajando con alguien que no te agrada, entonces prueba estos
métodos para lidiar con ellos:
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1. REFLEXIONE SOBRE TI MISMO: A veces tendemos a apartar a
personas de nuestras vidas porque nos recuerdan a alguien que no nos ha
agradado en el pasado. Podría ser una expresión o gesticulación de esa persona
que te recuerda a tu ex o un miembro de la familia. Entonces te encuentras en
algo distanciado de lo cual ni siquiera eres consciente. Una vez que te das
cuenta de que es el recordatorio y no la persona a la que no soportas, entonces
puedes ser más fácil para ti hacer frente a la situación. Si odias a tu jefe,
reflexiona primero, porque te puede recordar a tu padrastro, o igual sucede con
compañeros que se pueden parecer a un primo, o un ex compañero de trabajo.
2. HAZ CONOCER TUS NECESIDADES: Si ciertos estilos o
acciones de comunicación son un problema para ti, haz conocer tu caso con calma
para hacer saber tus necesidades. Evita el lenguaje acusatorio y cuando tu
compañero de saque de casillas siempre recuerda hacerle saber las cosas de una
manera amable. Por ejemplo, dile a esa persona: "Cuando me interrumpes en
las reuniones, me siento como si no valoraras mis contribuciones."
Luego, espera una respuesta. Puedes darte cuenta que quizás
la otra persona no se enteraba que tú no habías terminado de hablar, o que de
pronto se sentía tan entusiasmado con la idea que quería expresar, y entonces
de repente tomó parte en la conversación.
3. EXAMINA TUS EXPECTATIVAS: Cavaiola, profesor de
psicología en la Universidad de Monmouth en West Long Branch, Nueva Jersey,
manifiesta que es muy común que las personas tienen expectativas poco realistas
con respecto a sus compañeros de trabajo. Así que cuando ellos no actúan como
nosotros esperamos que lo hagan; es ahí cuando empezamos a sentirnos
disgustados con ellos.
La gente ha arraigado rasgos de personalidad que van a
determinar en gran medida la forma en que reaccionan. Esperar que otros hagan
lo que tú harías es prepararse para la decepción y la frustración.
4. TE DAS CUENTA QUE NO TODO EL MUNDO TE VA A AGRADAR, Y QUE
TAMPOCO LE VAS A CAER BIEN A TODO EL MUNDO: A veces, nos vemos atrapados en la
trampa de tratar de hacer que la gente sea como nosotros, incluso sabiendo que
eso nunca va a llegar a suceder. A menudo, los desacuerdos o conflictos son el
resultado de las diferencias entre la percepción de valores. Una vez que
entiendas que la razón por la que no se llevan bien es una diferencia entre los
valores, y que los valores crean juicio, el darse cuenta de esto puede que
cambie tu perspectiva. Eso puede incluso dar lugar a llevarse mejor.
5. RECONOCE LAS COSAS QUE TE HACEN IRRITAR: Echa un vistazo
simple a las cosas que siempre te hacen enojar. De esa manera, podrías
prepararte para cuando suceda de nuevo. Cuando sientas que estás al límite y
que ya no das más, recuerda que puedes controlar ese momento y no dejarte sacar
de casillas por esa persona. Por lo tanto recuerda no explotar en ira, y mucho
menos en el trabajo, ya que no vale la pena ser despedido por una persona
fastidiosa.
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