LA IMPORTANCIA DEL “NO HACER NADA”

Tú, querido lector, ¿tienes problemas para concentrarte? y ¿sientes que cada vez es más difícil cumplir con las tareas de tu vida cotidiana? Bueno, intenta acostumbrarte a un nuevo hábito: Deja de lado tu smartphone, apaga el televisor y el ordenador; y deja descansar tu cerebro para que pueda soñar.

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Una investigadora y profesora de  psicología y neurociencia de la Universidad del Sur de California, Mary Helen Immordino-Yang, escribió un artículo con otros colegas, con respecto a un estudio de literatura científica relacionado con la neurociencia y la ciencia psicológica, para explorar la importancia de dejar descansar a nuestro cerebro.

El trabajo fue publicado en la edición de julio de la revista “Perspectives on Psychological Science” y señala que cuando estamos descansando y nos centramos en nuestro mundo interior, nuestro cerebro entra en el llamado "modo estándar" o "default". La actividad de este modo por defecto está vinculada a los componentes de nuestro funcionamiento social-emocional, tales como la auto-conciencia, los juicios morales, el desarrollo del razonamiento y la construcción de significado en el mundo que nos rodea. Otro estudio reciente, llevado a cabo en la Universidad de California en Santa Barbara, encontró que tener sueños, de hecho mejora la productividad y ayuda a solucionar problemas.

Immordino-Yang y sus colegas expresaron su preocupación por el hecho de que los entornos urbanos y virtuales (las redes sociales encajan muy bien allí) demandan demasiado nuestra atención. Quizás quitándonos las oportunidades para la reflexión, y teniendo efectos negativos sobre nuestro desarrollo psicológico.

La importancia del tiempo "inactivo" para el aprendizaje y la memoria:

Para Immordino-Yang, la reflexión y el silencio, también pueden ser muy importantes para el aprendizaje y la memoria. "El enfoque hacia el interior afecta la forma en que construimos los recuerdos y los sentidos; también cómo transferimos lo que hemos aprendido a nuevos contextos", explica. Argumenta que las escuelas deben alentar a los estudiantes a que investiguen dentro de ellos mismos; lo que podría ayudar en la consolidación de aprendizaje a largo plazo. "Se requiere que que haya equilibrio entre la atención exterior e interior, ya que reflexionar e imaginar, también puede mejorar la calidad de la atención externa de los niños, cuando un estudiante presta atención a lo que hay en su interior, será más fácil que preste atención a lo que dicen sus profesores”.

Según los autores, tal vez la conclusión más importante que se desprende de estas investigaciones sobre el descanso del , es que de hecho estar en momentos de inactividad no es para nada negativo, ya que nos sirve para reflexionar acerca de lo que hemos hecho durante el día o la semana. Los estudios han indicado que cuando los niños tienen el tiempo y las habilidades necesarias para reflexionar, a menudo se sienten más motivados, menos ansiosos, y tienen un mejor desempeño en las pruebas escolares; y sin duda alguna, esto les preparará para afrontar los retos futuros.

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